Cuando Gerardo me comunicó que Adriana se
había quedado parapléjica se me heló la sangre.
Sólo unos meses antes habiamos estado
charlando durante una barbacoa en su casa- de mis peculiares
tendencias sexuales. Adriana hacia bromas con como, tiempo atrás, yo
había aprovechado el trabajo para dar rienda suelta a mis
pasiones... Como en cualquier otro trabajo venía gente (física, que
no socialmente de todas condiciones)
Cuando trabajas junto a otra persona
durante mucho tiempo, confías en ella esas cosas, y mas, cuando
vuestra profesion es esa a la que apodan la mas antigua de todas.
Nadia era una autentica belleza
brasileña, que con una mirada y cuatro pesatañeos encandilaba al
hombre que quisiera; de hecho nunca le faltaron pretendientes,
dispuestos a sacarla de su mundo para encerrarla en un feliz
matrimonio. Si alguna vez sintio lo que hay que sentir para aceptar
la proposición no lo se, pero desde luego, ninguno, hasta que llego
Gerardo podía permitirse ofrecerle el nivel de vida que
le proporcionaban los altísimos honorarios cobrados a nuestros
clientes. Colgó sus ligueros para trasladarse a la casa de Gerardo,
en la zona más exclusiva de la ciudad, rodeada de lujos, había
encontrado el amor y la seguridad económica que necesitaba para ser
feliz. Pero ahora, ella había quedado paraplejica a causa de un
golpe con un bate de béisbol cuando entraron a robar a su casa.
Desde que había vuelto del hospital,
iba a visitarla un par de veces por semana. Cada vez la veía un poco
mejor. Pero aquel día me llamó Gerardo:
- Verónica, no sé como hablarte de esto pero necesitamos de tu ayuda. Hasta ahora hemos tenido que recuperar la rutina en casi todos los aspectos, y la verdad es que Adriana está cada vez mejor, y yo más enamorado que nunca pero... verás...¿recuerdas en la barbacoa, cuando me dijiste que en cualquier situación de discapacidad se puede obtener placer sexual?. Nadia siempre ha sido insaciable en la cama, es una mujer muy fogosa, y eso no ha cambiado pero la verdad no tenemos ni idea de como abordar esto . Y he pensado, que, quizas tu...
- No habeis vuelto a tener relaciones?
- No, la verdad es que no he sido...no hemos sido capaces de...
- ¿Lo has hablado con ella?
- Ella... me ha dicho textualmente que quiere follar contigo, que sabe que contigo podrá hacerlo
- Estare alli a las 5
En muchas ocasiones, por deseo expreso
de nuestros acaudalados clientes,Adriana y yo habíamos compartido
habitación. Por exigencias del guion era habitual para mi tocar sus
rizos rubios, deleitarme entre las curvas de su perfecto cuerpo, ese
culo redondo, sus caderas y su cintura de avispa. Sus pezones
triplicaban su tamaño cuando yo se los chupaba...
Había perdido la cuenta de los orgasmos
que me había proporcionado el roce salvaje de nuestros clítoris...
mientras nos mirábamos fijamente, sin ocultar el placer que nos
proporcionaba... Nunca me había puesto tan cachonda otra mujer, y
con ella tenía la suerte de poder saciar mi deseo con frecuencia.
Desde que se casó con Gerardo todo aquello acabó, pero yo me
sorprendía habitualmente masturbándome pensando en su mirada felina.
Guau, de repente me encontraba
excitadísima, pues contaba con el deseo expreso de Nadia para
estarlo. Fantasear con ella en su situacion era un veto que me había
auto-impuesto por respeto a mi compañera, pero ahora era un hecho que
ella tambien lo deseaba. Me conocía; sabía que su incapacidad para
levantarse de su silla iba a ser mi fetiche. Empecé a recordarla en
mis visitas a su casa, con su escultural cuerpo sentado en la silla
de ruedas, había logrado mucha destreza manejándose por la casa.
Estaba deseando poder recordar viejos tiempos.
Toque el timbre y me abrió la puerta
Gerardo. Me condujo a la habitación, y entró sonriente:
-Cariño, mira quien ha venido a verte.
Os dejo solas-dijo guiñando un ojo tras lo cual cerro la puerta
Adriana estaba deslumbrante, con un
vestido negro que, pude reconocer, pertenecía a su pasado, a nuestro
pasado como cotizados objetos sexuales. Tenía sus manos en la parte
mas distante de los aros de su silla, con lo que inclinaba hacia
delante su generoso escote. Mi mirada se detuvo en esos pechos, de
proporciones justas pero firmes. A juzgar por su mirada candente
estaba deseante de sexo, de disfrutar con ese cuerpo de diosa que la
naturaleza le había dado.
-No sabes cuanto me alegra que me
hayas llamado...
Dije, sin avanzar, necesitaba ver
como impulsaba los aros de su silla para desplazarse. Ella intuyó
mis deseos y empezó a moverse por la amplia habitación. Estaba
provocadora. La parte superior de su cuerpo se movia con una
energia vibrante en cada impulso, lo que contrastaba con sus
mermadas piernas, inmoviles ante ella. Me moría de ganas de
levantar ese vestido y ver como estaban sus muslos... se desplazaba
lentamente con una seguridad grandiosa. Se sentia deseada. Me
estaba provocando.se giro y comenzo a avanzar en direccion opuesta
a mi, ofrenciendome una magnifica vista de su larga melena rubia y
de su cintura, apoyada en el respaldo
-Estas impresionante Adriana
Giro la cabeza y me miro fijamente
-Pues fóllame
Senti una punzada de placer entre mis
piernas que se extendio a todo el cuerpo rapidamente
Entonces sí, me acerque a ella y me
arrodille a sus pies.
-Te voy a hacer sentir un montón de
cosas esta tarde, pero será mejor que te tumbes en cama.
-Desde mi ombligo no siento nada en
mi cuerpo lo cual:1 te las vas a tener que ingeniar para hacerme sentir un montón de cosas y 2 es
imposible que me hagas daño
Tome suavemente una de sus
piernas y la apoye en mi hombro. Ella, insegura se sujeto fuerte a
las ruedas de su silla
-Tranquila, no te vas a caer, solo
relájate y disfruta
Le despoje del zapato de tacon que
llevaba puesto y quedo a la vista su pie, con una perfecta pedicura.
Lo comence a besar dejándome llevar por el momento, dejándome llevar
por la pasión que me provocaba la belleza de ese miembro. Una y otra
vez me iba metiendo sus fragiles deditos en la boca. Lo que oi me
devolvio a la realidad. Estaba gimiendo. Hice lo propio con el pie
que esperaba eln el reposapies. Nadia se tambaleo buscando un nuevo
punto de equilibrio. Cuando me asegure de que ella estaba bien,
comencé a chupar todos sus deditos de nuevo. Nadia me miraba; agarre
su dedo gordo con los dedos pulgar e indice de mi mano y despues,
chupe su dedo gordo a modo de felación. Se mordía el labio. Sujetando
los dos pies por sus tobillos los lleve a mis pechos. Me estremeció
notar el frió de sus pies, en mis pechos, mientras se los movia para
que me proporcionaran un erotico masaje. Los deje en el reposapies
suavemente y me levante para sentarme sobre sus piernas dormidas, me
costaba mucho dejar reposar mi peso aunque sabia que no podia sentir
la presion que yo ejercia. Me disponia a besarle pero ella tomo el
control, me cogio hacia si y beso sensualmente mi labio inferior una
vez, otra, yo tenia que tragar saliva de la tension sexual del
momento... recorrio mi boca apasionandamente mientras yo resistia la
tentacion de tocar bajo su vestido, pero realmente , no podia pensar
en otra cosa.
-Vamos a la cama- le suplique
poniendome en pie
En un coordinadisimo ejercicio de
seducción me clavo su mirada ansiosa de sexo en el instante en que
sonaba el ruido sordo que indicaba que sus ruedas habían sido
desbloqueadas para que ella se dirigiera a la cama, aproveche tenerla
avanzando de espaldas para quitarme mi vestido y, mientras ella
paraba su silla a la altura de la cama, comencé a tocarme, me toque
mientras cogía sus piernas invalidas, las ponía en la cama y se
subía, mirándome provocadora, a la cama .
-Veronica, puedes levantarme el
vestido, por favor.
No deje de tocarme mientras me decia
esa frase. Ella no tenia ningun impedimento en hacerlo ella misma y
el hecho de que me lo pidiera denotaba su deseo a toda costa de
calentarme hasta hacerme estallar. Me miro mientras se lo levantaba.
Descubrí sus partes, tapadas por un pañal para incontinencia...
hacia destacar sus ahora frágiles muslos, estaba tan sexy
-Yo-comenzo a decir y por primera vez note inseguridad
en su voz- queria saber si... me quieres chupar el coño
Como una exalacion tire con fuerza del
velcro de sus pañales para dejar al aire su precioso pubis, coronado
por el tatuaje de una rosa, a modo de marcas de guerra. Echo su
cabeza hacia atras del placer que le supuso verme no dispuesta sino
loca por comerme sus partes mas intimas. El ligero sabor a orina me
resulto delicioso, y, Nadia estaba exaltada, a mi no me sorprendió
pues ya habia conocido que la sensibilidad no ponia limites a la
pasion, deslice mi lengua separando sus labios mayores, explore la
boca de su vagina, tan prieta...ohhh....
-
Meteme los dedos
Entonces me incorpore poniendo mi pecho
sobre el de ella
-Tienes un marido ahi fuera que tiene
algo mucho mas delicioso para meterte que unos dedos, y a ti, te
gusta que te den bien duro, nena.Vamos a follar como 2 putas.
Entendido?
Recibi a Gerardo con aire teatral, a
fin de no romper la magia ni el ambiente. Con las manos en mis
caderas cambie mi peso de un pie a otro, y le invite con mi dedo
indice a entrar.
-Tu mujer esta deseando que la folles
gerardo se quedo estupefacto al ver a Adriana, esa belleza rubia con sus carnosos labios rojos y esa mirada deseosa, con su sexo expuesto, sus piernas abiertas, tubada jadeante.
-oh!!!! mi amor....
-Follame-dijo sin piedad
Le hice un gesto a gerardo para que le
moviera en la cama de forma que quedara tumbada en horizontal. Le
quite el vestido por la cabeza y me tumbe a su lado El desde el suelo
se bajo el pantalon y le empezo a penetrar, su pene estaba
completamente erecto. Adriana se retorcia de placer mientras Gerardo
bombeaba constantemente.
Yo me tumbe junto a ella, y comence a
besar sus pechos, su placer hizo que arañara mi espalda con sus
largas uñas, mientras gemia y gritaba sin control.
-ohhhhhhhhhhhhhhhggggggrrrrrr!!!!!
Gerardo se corrio en un orgasmo prolongado mientras nadia emitia
sonidos guturales producto de verse follada por Gerardo de esa
manera, mientras yo habia puesto sus pechos duros, estaba sumida en
una profunda excitacion.
-Veronica, quiero que pongas tu coño
en mi boca. Quiero comertelo.
Estaba tan excitada, que el deleite de
la lengua de Adriana explorando mi sexo, con su experta boca
suavemente, no duro mas que un par de minutos. En seguida ella noto
que se avecinaba mi orgasmo y succiono de forma que mi cuerpo se
retorcio en una dos y hasta tres oleadas de placer que me dejaron
derrotada. Entonces fui consciente de que gerardo habia comenzado a
hacer lo propio con nadia, mientras ella me llevaba al orgasmo de
aquella forma tan maestra, tan experta. Entonces, aproveche mi
necesidad de lavarme en el baño para darles la intimidad de acabar
aquella tarde de sexo intenso juntos. Cerre la puerta y comence a
lavarme, recapitulando los momentos previos, lo que habia disfrutado
, lo que habia disfrutado Adriana, la satisfaccion de Gerardo...cuando
los gritos que provenian de la habitacion me hicieron saber que nadia
tambien habia alcanzado su orgasmo